Hace unas semanas decidí dar el salto al Mac mini M4 con la configuración más básica: 256 GB de almacenamiento. Sabía desde el principio que este espacio sería insuficiente para mis necesidades, pero también tenía claro que Apple cobra precios exorbitantes por actualizar el almacenamiento interno. En lugar de pagar cientos de euros más por un modelo con mayor capacidad, opté por una solución más inteligente: un SSD externo ultrarrápido que prácticamente iguala el rendimiento del almacenamiento interno.
Por qué elegir un SSD externo en lugar de actualizar el Mac mini
Apple es conocida por sus precios elevados en actualizaciones de hardware, y el almacenamiento no es la excepción. Pasar de 256 GB a 512 GB en el Mac mini M4 supone un incremento de 230 euros, mientras que saltar a 1 TB cuesta 460 euros adicionales. Estos precios son difíciles de justificar cuando existen alternativas externas que ofrecen un rendimiento similar por mucho menos dinero.
Además, el almacenamiento externo tiene otras ventajas:
– **Portabilidad**: Puedes llevarlo contigo y usarlo en otros dispositivos.
– **Flexibilidad**: Si en el futuro necesitas más espacio, simplemente compras otro SSD en lugar de cambiar de ordenador.
– **Rendimiento casi idéntico**: Con los últimos SSD NVMe y conexiones Thunderbolt, la diferencia de velocidad es mínima.
El SSD externo más rápido del mercado: Samsung T9
Después de investigar varias opciones, me decidí por el Samsung T9, uno de los SSD externos más rápidos disponibles actualmente. Estas son sus especificaciones clave:
– **Velocidades de hasta 2.000 MB/s** (lectura y escritura)
– **Capacidades disponibles**: 1 TB, 2 TB y 4 TB
– **Conectividad USB 3.2 Gen 2×2 y Thunderbolt 4**
– **Diseño compacto y resistente**
El T9 no solo es rápido, sino que también es compatible con el puerto Thunderbolt del Mac mini M4, lo que garantiza el máximo rendimiento. En pruebas reales, he logrado velocidades cercanas a los 1.800 MB/s, lo que lo hace casi indistinguible del almacenamiento interno en uso diario.
Configuración y rendimiento en el Mac mini M4
Una de las mayores preocupaciones al usar un SSD externo es si afectará al rendimiento general del sistema. Afortunadamente, macOS permite instalar aplicaciones y ejecutarlas directamente desde el disco externo sin problemas.
Para optimizar el uso, seguí estos pasos:
1. **Formatear el SSD en APFS**: Este es el sistema de archivos nativo de macOS y ofrece el mejor rendimiento.
2. **Mover la biblioteca de fotos y música**: Estas carpetas suelen ocupar mucho espacio y pueden residir perfectamente en el SSD externo.
3. **Instalar aplicaciones pesadas en el SSD**: Programas como Final Cut Pro o juegos funcionan sin problemas desde el disco externo.
Después de unas semanas de uso, no he notado ninguna diferencia significativa en velocidad entre el almacenamiento interno y el Samsung T9. Incluso al editar vídeo en 4K, el rendimiento es fluido y sin retrasos.
Alternativas más económicas
Si el Samsung T9 está fuera de tu presupuesto, hay otras opciones válidas:
– SanDisk Extreme Pro: Ofrece hasta 1.050 MB/s y es más asequible.
– WD Black P50: Con velocidades de hasta 2.000 MB/s, es otra gran alternativa.
– SSD NVMe + carcasa Thunderbolt: Una solución DIY que puede ser incluso más rápida y económica.
Conclusión: ¿Vale la pena comprar el Mac mini M4 de 256 GB y ampliarlo con un SSD externo?
Absolutamente sí. A menos que necesites el máximo rendimiento en todas las situaciones (como trabajos profesionales intensivos), un SSD externo de alta velocidad es una solución perfecta para ahorrar dinero sin sacrificar performance. El Samsung T9 ha demostrado