1. Cambia la configuración de energía
La configuración predeterminada de Windows 11 puede limitar el rendimiento para conservar la batería. Accede al Panel de Control, selecciona Hardware y Sonido, luego elige Opciones de Energía. Cambia al plan de energía que mejor se adapte a tus necesidades, como Alto Rendimiento para un máximo rendimiento.
2. Desactiva programas de inicio automático
Optimiza el tiempo de arranque y el rendimiento desactivando programas innecesarios que se inician automáticamente. Abre el Administrador de Tareas (Ctrl + Shift + Esc), ve a la pestaña Aplicaciones de Arranque y deshabilita los programas que no necesitas.
3. Restaura a un punto anterior de Windows
Utiliza los puntos de restauración para revertir cambios y mejorar el rendimiento. Escribe “Ver configuración avanzada del sistema” en la búsqueda, entra en la pestaña Protección del Sistema y selecciona Restaurar sistema. Elige un punto anterior para restaurar tu sistema.
4. Acelera el almacenamiento en caché con ReadyBoost
Si usas un disco duro mecánico, utiliza ReadyBoost para mejorar la velocidad del sistema. Inserta una memoria USB, abre el Explorador de Archivos, haz clic derecho en la unidad flash, selecciona Propiedades y configura ReadyBoost.
5. Desactiva sugerencias en Windows
Si no quieres recibir sugerencias sobre el uso del sistema, desactívalas. En la Configuración, accede a Sistema y luego Notificaciones. Desactiva la opción “Obtener recomendaciones y sugerencias al usar Windows”.
6. Pausa la sincronización de OneDrive
Pausa la sincronización de OneDrive para evitar consumir recursos innecesarios. Haz clic derecho en el icono de OneDrive, elige Pausar sincronización y selecciona la duración.
7. Usa Archivos a petición de OneDrive
Evita que la sincronización afecte al rendimiento usando archivos a petición de OneDrive. Configura esta opción en la pestaña Sincronización y Copia de seguridad en la Configuración de OneDrive.
8. Desactiva la indexación en Windows
Mejora el rendimiento desactivando la indexación del disco duro. Abre el menú Ejecutar con Win + R, escribe “services.msc”, busca y detén el servicio llamado Windows Search.
9. Elimina archivos innecesarios del disco duro
Utiliza el Sensor de Almacenamiento para limpiar archivos innecesarios. En Configuración, accede a Sistema, Almacenamiento y activa la Administración de Almacenamiento. Configura las opciones según tus preferencias.
10. Limpia el registro de Windows 11
Utiliza herramientas como Auslogics Registry Cleaner para limpiar el Registro de Windows y mejorar el rendimiento. Realiza un escaneo, selecciona los problemas a reparar y sigue las indicaciones del programa.
11. Desactiva animaciones y efectos visuales
Mejora el rendimiento desactivando animaciones y efectos visuales. En Propiedades del Sistema, selecciona Configuración en la sección Rendimiento. Ajusta las opciones para obtener el mejor rendimiento.
12. Desactiva efectos de transparencia
Elimina los efectos de transparencia en el Menú Inicio, la Barra de Tareas y el Centro de Actividades para ahorrar recursos. En Configuración, elige Personalización, Colores y desactiva los efectos de transparencia.
13. Activa el mantenimiento automatizado
Aprovecha el mantenimiento automático de Windows. En el Panel de Control, selecciona Sistema y Seguridad, luego Seguridad y Mantenimiento. Inicia el mantenimiento manualmente si lo deseas y ajusta la configuración según tus preferencias.
14. Elimina el bloatware
Desinstala programas innecesarios y bloatware que consumen recursos. Utiliza herramientas como PC Decrapifier o Should I Remove It para una limpieza efectiva.
15. Desfragmenta tu disco duro
Optimiza el rendimiento utilizando la herramienta de desfragmentación de disco. En la barra de búsqueda, escribe “Desfragmentar y optimizar unidades”, selecciona la frecuencia y activa la ejecución programada.
16. Desactiva el modo juego
Si no estás interesado en el Modo Juego de Windows, desactívalo. En Configuración, accede a Juegos, elige Modo de Juego y cambia el interruptor a Desactivado.
17. Apaga y reinicia tu ordenador
Reinicia tu PC regularmente para liberar memoria RAM y solucionar problemas de rendimiento. Este simple paso puede mejorar la velocidad y estabilidad de tu sistema.