El reciente auto del Juzgado de lo Mercantil número 8 de Barcelona marca un hito en la lucha contra la piratería de eventos deportivos, específicamente el fútbol pirata. Hasta ahora, las acciones legales se centraban en combatir a las mafias y establecimientos públicos que ofrecían este tipo de contenido ilegal. Sin embargo, este nuevo dictamen permite tomar medidas directamente contra los usuarios residenciales que consumen fútbol pirata desde la comodidad de sus hogares.
¿Qué implica esta decisión para los usuarios y los operadores de servicios de internet?
El auto obliga a los operadores de servicios de internet, como Vodafone, Orange, MásMovil, Digi y Telefónica, a proporcionar información a LaLiga sobre los usuarios que se conectan a servidores pirata. Esta información incluye la dirección IP asignada al usuario, nombre y apellido del titular del servicio, dirección postal de instalación y facturación, así como el documento identificativo (DNI, NIE). Posteriormente, LaLiga utilizará estos datos para emprender acciones legales contra los consumidores de fútbol pirata.
Más de un millón de móviles en España con aplicaciones piratas para ver fútbol
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, reveló datos alarmantes sobre la prevalencia de aplicaciones piratas para ver eventos deportivos, especialmente fútbol, en España. Según Tebas, se han eliminado 58 aplicaciones de Android con 4 millones de descargas en todo el mundo, de las cuales 800,000 fueron en España. En el entorno de Apple, se produjeron un millón de descargas, con 300,000 específicamente en España. Esto evidencia una alta demanda de contenido pirata entre los usuarios españoles, lo que constituye un desafío significativo para las autoridades y los titulares de los derechos de transmisión.
¿Qué medidas están tomando LaLiga y otras entidades para combatir la piratería de eventos deportivos?
LaLiga está trabajando en colaboración con Google y otras plataformas para localizar aplicaciones piratas en teléfonos móviles y tomar medidas legales contra su distribución. Este enfoque busca equiparar la persecución de la piratería de eventos deportivos con la lucha contra otros delitos, como la pornografía infantil y la propiedad intelectual. Sin embargo, este es un desafío constante debido a la continua evolución de las técnicas utilizadas por los piratas informáticos para eludir la detección y distribuir contenido ilegal.