¿Alguna vez te has preguntado si los dispositivos que llevamos puestos, esos que nos hacen la vida más fácil, también podrían ponernos en peligro? Los wearables han revolucionado nuestra forma de interactuar con la tecnología, pero también traen consigo riesgos que quizá no habías considerado.
¿Qué son los wearables?
Los wearables son dispositivos electrónicos inteligentes que se llevan en el cuerpo y están diseñados para recopilar datos. Gracias a sus sensores y conexión a internet, estos aparatos pueden ofrecer información útil en tiempo real. Algunos ejemplos comunes incluyen:
Pulseras inteligentes
Relojes inteligentes
Gafas inteligentes
¿Para qué se utilizan los wearables?
Actualmente, los wearables tienen una amplia variedad de usos, tanto a nivel personal como profesional. Entre las aplicaciones más destacadas están:
Sincronización de datos y comunicación con otros dispositivos.
Uso como medio de comunicación vía telefónica o internet.
Herramienta de navegación GPS y mapas.
Monitorización de rendimiento físico durante actividades deportivas.
Registro de indicadores de salud, como ritmo cardiaco y nivel de oxígeno.
Soporte para personas con diversidad funcional.
Sin embargo, no todo son ventajas. Estos dispositivos también pueden exponernos a riesgos significativos.
Los riesgos asociados a los wearables
A pesar de sus beneficios, los wearables comparten las vulnerabilidades de cualquier dispositivo conectado a internet, también conocidos como IoT (Internet of Things). Entre los principales riesgos están:
1. Geolocalización exacta y patrones de movimiento
Tu ubicación puede ser conocida con precisión gracias a los wearables. Por ejemplo, aplicaciones como Fitbit o Strava han sido criticadas por permitir que se identifiquen ubicaciones sensibles, como bases militares, al mostrar los movimientos de sus usuarios.
2. Exposición de datos personales
Muchas aplicaciones de wearables requieren acceso a tus datos personales y sensores de tu dispositivo, como cámara, micrófono y localización. Sin una configuración adecuada, tus datos podrían ser utilizados por terceros, incluso sin tu consentimiento.
3. Riesgos por conexión a smartphones y WiFi
Los wearables suelen conectarse a otros dispositivos vía Bluetooth o WiFi. Si estas conexiones no son seguras, tus datos podrían ser interceptados. Usar tarjetas SIM propias en lugar de depender de conexiones compartidas es una medida más segura.
4. Implicaciones legales y reputacionales
Algunos wearables, como las gafas inteligentes, pueden grabar audio y video. Dependiendo de las leyes de tu país, esto podría ser ilegal en ciertos contextos, lo que puede generar problemas legales o daños a tu reputación.
Buenas prácticas para usar wearables de manera segura
Para minimizar los riesgos asociados a los wearables, considera las siguientes recomendaciones:
Evalúa la necesidad real del dispositivo. Antes de adquirir un wearable, analiza si realmente es necesario o si existen alternativas menos riesgosas.
Investiga al fabricante. Asegúrate de que el proveedor cumple con estándares de calidad y seguridad.
Configura adecuadamente los permisos y ajustes de privacidad. No uses configuraciones predeterminadas que puedan exponer tus datos.
Infórmate sobre las leyes locales relacionadas con el uso de dispositivos que recopilan datos o graban audio y video.
Educa a los usuarios. La formación sobre ciberseguridad es esencial para garantizar un uso adecuado y seguro de estos dispositivos.