La tan esperada presentación del primer robot humanoide ruso con inteligencia artificial terminó siendo un espectáculo bochornoso cuando el androide, llamado Boris, se desplomó estrepitosamente sobre el escenario apenas minutos después de comenzar su demostración. El incidente ocurrió durante el Foro de Innovaciones Tecnológicas de Moscú, donde los desarrolladores de la empresa Promobot prometían mostrar las capacidades revolucionarias de su creación.
El robot, que supuestamente podía caminar, reconocer voces y mantener conversaciones básicas, apenas logró dar unos pasos antes de perder el equilibrio y caer de bruces frente a una audiencia compuesta por periodistas, inversores y expertos en tecnología. El silencio incómodo que siguió al estruendo metálico fue roto por los intentos de los técnicos por reanimar a Boris, quien yacía inmóvil en el suelo.
##El momento del desplome
El video del incidente, que rápidamente se volvió viral en redes sociales, muestra al robot humanoide de 1.80 metros de altura avanzando con movimientos torpes y mecánicos por el escenario. Boris, vestido con un traje gris y con rasgos faciales que intentaban simular una expresión amigable, apenas llevaba treinta segundos en funcionamiento cuando comenzó a tambalearse visiblemente.
Los espectadores pudieron observar cómo el robot levantaba un brazo para saludar, pero en lugar de completar el gesto, perdió completamente el equilibrio y cayó hacia adelante con un ruido metálico que resonó en todo el auditorio. El presentador intentó mantener la compostura comentando que «incluso los humanos nos caemos a veces», pero la situación era evidentemente embarazosa para los organizadores.
##Las reacciones inmediatas
Las redes sociales explotaron con memes y comentarios sarcásticos sobre el «éxito» de la presentación rusa. Usuarios de Twitter bautizaron al robot como «Boris el Torpe», mientras que otros comparaban la escena con episodios de series de ciencia ficción donde la tecnología falla espectacularmente. El hashtag #RobotBoris trendeó durante horas en Rusia y varios países europeos.
Los desarrolladores de Promobot intentaron minimizar el incidente, explicando que se trató de un «problema menor de calibración» y que el robot estaba programado para caer de manera segura cuando detectaba una pérdida de equilibrio. Sin embargo, muchos expertos en robótica cuestionaron esta versión, señalando que un robot verdaderamente avanzado debería tener sistemas de estabilización mucho más sofisticados.
##La tecnología detrás de Boris
Según las especificaciones técnicas proporcionadas por Promobot antes de la presentación, Boris estaba equipado con un sistema de inteligencia artificial capaz de reconocer caras y voces, mantener conversaciones simples en varios idiomas y navegar de forma autónoma por espacios interiores. El robot utilizaba un sistema de cámaras y sensores LiDAR para mapear su entorno y evitar obstáculos.
El hardware incluía motores eléctricos en las articulaciones, baterías de ion-litio que supuestamente proporcionaban hasta 8 horas de autonomía, y un sistema de refrigeración líquida para los procesadores que ejecutaban los algoritmos de IA. Los desarrolladores habían prometido que Boris representaba un avance significativo en la robótica humana rusa, capaz de realizar tareas en entornos industriales y de servicio.
##El contexto de la robótica humana mundial
La fallida presentación de Boris ocurre en un momento de intensa competencia global en el desarrollo de robots humanoides. Empresas como Boston Dynamics en Estados Unidos, Honda en Japón y varias compañías chinas han mostrado prototipos capaces de realizar acrobacias impresionantes, caminar sobre terreno irregular e incluso realizar saltos mortales.
La diferencia entre estas demostraciones exitosas y el desplome de Boris es abismal, lo que lleva a preguntarse sobre el verdadero estado de la tecnología robótica en Rusia. Mientras países como Corea del Sur ya utilizan robots humanoides como recepcionistas en aeropuertos y Japón los prueba como asistentes en residencias de ancianos, el intento ruso parece estar
rezagado y más enfocado en la propaganda mediática que en una innovación tecnológica real y funcional. El incidente de Boris subraya la necesidad de una mayor transparencia en la presentación de avances científicos, especialmente cuando se busca proyectar una imagen de superpotencia tecnológica. Parece que, por el momento, la robótica rusa todavía tiene un largo camino por delante para alcanzar la fiabilidad y el nivel de sofisticación que ya se observa en Asia.
















