Arrancar rápidamente un PC con Windows es fundamental en el mundo actual, donde cada segundo cuenta. Aunque existen aplicaciones de terceros que prometen mejorar el rendimiento, muchos ajustes internos de tu sistema y algunas actualizaciones de hardware pueden marcar la diferencia sin necesidad de invertir en software adicional. A continuación, te mostramos cómo acelerar el arranque de Windows en pocos pasos.
Habilita el inicio rápido en Windows
Windows 11 y Windows 10 ofrecen una opción llamada Inicio rápido que funciona de forma similar a la hibernación, precargando el núcleo y los controladores necesarios. Esta configuración reduce significativamente el tiempo de arranque.
Para activar esta opción, sigue estos pasos:
- Abre el menú de Inicio alternativo haciendo clic derecho en el botón de inicio.
- Selecciona «Terminal de Windows» en modo administrador.
- Ejecuta el comando:
powercfg /hibernate on
para habilitar la hibernación.
Después, ve al Panel de control > Opciones de energía > Elegir el comportamiento del botón de inicio/apagado y activa el Inicio rápido.
Desactiva la pantalla de bloqueo y la contraseña de inicio
La pantalla de bloqueo y la contraseña de inicio pueden ralentizar el acceso al escritorio. Si usas un equipo personal, puedes desactivar estas opciones:
- En Configuración > Personalización > Pantalla de bloqueo, desactiva el “mostrar datos curiosos” y las imágenes en el inicio de sesión.
- Para evitar la solicitud de contraseña, utiliza una cuenta local en lugar de una cuenta de Microsoft, ya que las cuentas locales no cargan tantos servicios en el arranque.
Optimiza las aplicaciones de inicio en el administrador de tareas
La cantidad de aplicaciones que inician junto con el sistema afecta el tiempo de arranque. Configura el Administrador de tareas para evitar que se carguen aquellas que no necesitas:
- Abre el Administrador de tareas con la combinación de teclas Ctrl + Shift + Escape.
- Dirígete a la pestaña Inicio para ver las aplicaciones que se cargan al arrancar.
- Desactiva las que no sean imprescindibles.
Para usuarios avanzados, Autoruns for Windows es una herramienta que permite gestionar parámetros avanzados de inicio. Esta aplicación es ideal para tener un control exhaustivo sobre los procesos que se inician automáticamente.
Desactiva aplicaciones en segundo plano
Las aplicaciones en segundo plano son otro factor que afecta al arranque. Windows 11 incluye varias que pueden ser desactivadas sin problemas:
- Ve a Configuración > Aplicaciones.
- Selecciona Opciones avanzadas y elige “nunca” en la sección de inicio en segundo plano para desactivar estas aplicaciones.
Desactivar procesos innecesarios no solo mejora el arranque sino que optimiza el rendimiento general del sistema.
Elimina consejos y notificaciones de Windows
Microsoft incluye consejos en Windows que pueden ocupar recursos. Desactívalos desde Configuración > Sistema > Notificaciones. En este mismo menú, puedes eliminar la experiencia de bienvenida de Windows y la notificación de la aplicación de inicio.
Mejora la gestión de CPU y RAM
OneDrive y otros servicios de Microsoft están activos por defecto, lo que incrementa el uso de CPU y RAM. Puedes desactivarlos desde el Editor de directivas de grupo local:
- Presiona Windows + R y escribe
gpedit.msc
. - En Plantillas administrativas, configura las opciones que necesites para reducir el uso de recursos de aplicaciones de Microsoft.
Ajusta la apariencia de Windows para un rendimiento óptimo
La apariencia de Windows 11 incluye efectos visuales que pueden ralentizar el sistema en equipos con hardware limitado. Para optimizarlo:
- Ve a Panel de control > Sistema > Configuración avanzada del sistema.
- Selecciona Rendimiento > Configuración y elige “Ajustar para obtener el mejor rendimiento” para reducir el uso de recursos.
Elimina bloatware y software innecesario
Windows 11 incluye bloatware que ocupa espacio y recursos. Puedes desinstalar estas aplicaciones desde Configuración o utilizar herramientas como Bloatware Removal Tool para eliminarlas de forma más eficiente. Si estás configurando un sistema desde cero, puedes optar por preparar un Windows sin bloatware.
Considera actualizar el hardware
Si ya has optimizado tu sistema al máximo, considera mejorar el hardware. Dos componentes clave para acelerar el arranque y el rendimiento de Windows son:
- SSD PCIe: Reemplazar un disco duro o una SSD SATA por una SSD PCIe puede mejorar considerablemente el tiempo de arranque.
- Memoria RAM: Aumentar la cantidad de RAM es otra mejora accesible que impacta de forma directa en la velocidad del sistema.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el inicio rápido de Windows y cómo funciona?
El inicio rápido de Windows es una característica que reduce el tiempo de arranque utilizando una técnica similar a la hibernación. Cuando el inicio rápido está activado, el sistema guarda el estado del núcleo y los controladores antes de apagarse, lo que permite un encendido más rápido. Este modo está disponible en Windows 10 y Windows 11 y se puede activar desde el Panel de control en las Opciones de energía.
¿Cuáles son las mejoras de hardware recomendadas para acelerar el arranque de un PC Windows?
Para un arranque más rápido, es recomendable instalar una SSD PCIe en lugar de un disco duro o una SSD SATA, ya que ofrecen velocidades de lectura y escritura significativamente superiores. Además, incrementar la memoria RAM a al menos 8 GB en equipos de uso general o 16 GB para tareas más intensivas puede mejorar tanto el arranque como el rendimiento general del sistema.