¿Por qué hay tan pocas mujeres en tecnología?
En el mundo de la tecnología, uno de los sectores más innovadores y demandantes, hay una realidad que persiste: la falta de diversidad de género. Según un informe reciente de Tech Workplace and Culture, un 87% de los profesionales en el sector están de acuerdo en que las mujeres están infrarrepresentadas. A pesar de este reconocimiento, solo el 41% de las empresas tienen programas efectivos para contratar a más mujeres.
El estudio, basado en más de 7,226 encuestas realizadas a profesionales de tecnología de todo el mundo, también expone otro problema crítico: el 74% de las empresas consideran que atraer y retener talento femenino es uno de sus mayores retos. Sin embargo, ¿qué está frenando el cambio?
Los modelos de rol: un obstáculo clave
Cuando se pregunta a las mujeres por qué hay tan pocas trabajando en tecnología, el 43% señala la falta de modelos femeninos en posiciones de liderazgo. Esto contrasta con el 21% de los hombres, quienes parecen restar importancia a este factor. Sin ejemplos claros que inspiren y guíen a las nuevas generaciones, las mujeres encuentran más difícil visualizarse en puestos clave dentro del sector.
La desigualdad salarial según géneros
Otro punto de discordancia entre mujeres y hombres es la percepción sobre la desigualdad salarial. Mientras que el 42% de las mujeres identifica este como un factor decisivo que desalienta su participación en TI, solo el 15% de los hombres comparte esta preocupación. Esta diferencia de opinión refleja una brecha en la forma en que ambos géneros experimentan y perciben las condiciones laborales.
Diferencias en la percepción de autoridad
Cuando se trata de cómo hombres y mujeres valoran su propio sentido de autoridad en el trabajo, también hay diferencias significativas. Los hombres tienden a sentirse más seguros en su capacidad para tomar decisiones importantes, como la compra de herramientas tecnológicas o la definición de estrategias empresariales. Estas discrepancias, que alcanzan 13 puntos porcentuales en algunas áreas, reflejan un desequilibrio en la confianza y en las oportunidades para ejercer influencia dentro del sector.
El papel de las instituciones educativas
Una de las principales recomendaciones del informe apunta hacia las instituciones educativas. Los encuestados consideran que estas pueden desempeñar un papel crucial al:
Proveer mentores y modelos de conducta femeninos (52%).
Crear redes de apoyo que fomenten el networking entre mujeres (42%).
Contratar a más profesoras en tecnología para inspirar a futuras generaciones (31%).
Iniciativas como SheLeadsTech
El programa SheLeadsTech, liderado por ISACA, busca cerrar estas brechas ofreciendo herramientas y apoyo a las mujeres interesadas en tecnología. Julia Kanouse, una de las responsables del programa, subraya la importancia de aumentar la representación femenina no solo por una cuestión de igualdad, sino también como un imperativo empresarial. «Una fuerza laboral diversa impulsa la productividad, fomenta la innovación y mejora la eficiencia organizacional», afirma.
Progresos y retos pendientes
A pesar de los desafíos, hay razones para el optimismo. El informe revela que el 68% de las mujeres y el 72% de los hombres están satisfechos con su plan de carrera en tecnología. Además, el 73% de las mujeres y el 71% de los hombres informan haber recibido aumentos salariales o ascensos en los últimos dos años.
Sin embargo, Sarah Orton, otra representante de SheLeadsTech, advierte que el camino hacia la igualdad aún está lejos de completarse. «Se han logrado avances significativos, pero queda mucho por hacer para asegurar que todas las personas, independientemente de su género, tengan las mismas oportunidades de éxito y desarrollo en tecnología».
Un futuro más inclusivo en tecnología
Con iniciativas como SheLeadsTech y un compromiso más firme por parte de las empresas y las instituciones educativas, el sector TI está en el camino correcto para construir un entorno más inclusivo y diverso. La clave está en no solo reconocer los problemas, sino también en tomar medidas concretas para abordarlos.